Una de las claves es que no se gravan las ganancias o los bienes que se generan o están fuera de ese país.
Economistas creen que estas medidas podrían incentivar más aún la mudanza a ese país, tanto de personas como de empresas.
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El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ya lo anticipó: su plan cuando asuma es flexibilizar los trámites para que los inmigrantes obtengan la residencia legal y también otorgar beneficios en el aspecto fiscal, para que puedan llevar sus capitales a tierras uruguayas.
Su intención es que unos 100.000 argentinos se muden —o lleven sus bienes— al país vecino, según trascendió luego de un encuentro con miembros de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción.
Una de las flexibilizaciones será la reducción de los montos de patrimonio en bienes inmuebles o en inversiones que se exigen para la obtención de la residencia fiscal.
¿Qué diferencias existen hoy entre el sistema tributario argentino y el uruguayo? ¿Cuál es el beneficio que obtiene un empresario o personas de altos ingresos al mudarse?
Según explicaron tributaristas locales, una de las claves es que en Uruguay no se gravan las ganancias o los bienes que se generan o están fuera del país. Es decir, si un argentino obtiene la residencia fiscal en Uruguay —para lo que efectivamente debe vivir allí— y tiene bienes en los Estados Unidos, o en cualquier otro país fuera de Uruguay, no debe tributar por esos bienes.
La reciente Ley de Solidaridad, sancionada en diciembre pasado, impuso varios cambios en el impuesto a los Bienes Personales para los contribuyentes argentinos. Entre ellos una alícuota diferencial de 2,25% para los bienes que están fuera del país, lo que motivó a personas con alto nivel de ingresos o dueños de un patrimonio importante a iniciar consultas para obtener el cambio de residencia. Por este tema, los tributaristas están atravesando un verano con mucho más trabajo que el habitual.
Sin embargo, también advierten que no se trata de un trámite sencillo o un simple cambio de residencia. “El aumento a los bienes personales de 2018 con respecto a 2019 aumento 12 veces en pesos si se toma el patrimonio que se tiene en el exterior, según los análisis que hacemos.
Al acelerar los trámites para otorgar la residencia permanente, que hoy lleva varios meses, Uruguay facilita los cambios a los contribuyentes. Pero no alcanza con el cambio de residencia para darse de baja en la AFIP, hay que cumplir con otros requisitos, hay plazos de permanencia y se debe determinar dónde está el centro de intereses vitales, económicos y familiares del contribuyente", explicó César Litvin, CEO en Estudio Lisicki, Litvin & Asoc.
El equivalente uruguayo al impuesto a los Bienes Personales es el impuesto patrimonial, que se empieza a tributar a partir de los USD 250.000, mientas que en la Argentina es a partir de los $2 millones (menos de USD 30.000). Además, en Uruguay toman en cuenta activos y pasivos, mientras que en la Argentina no se contemplan las deudas (salvo para los casos de deudas hipotecarias por vivienda propia). “Los cálculos son una motivación para trasladar su vida a un país que los trate con más ‘cariño impositivo’. Hay muchas ganas de irse, pero son pocos los que realmente pueden hacerlo a la hora de cumplir los requisitos”, agregó.
La AFIP cuenta con las herramientas necesarias para determinar si el contribuyente efectivamente cambió su residencia o si su principal fuente de ingresos sigue estando en la Argentina. “También Paraguay y Bolivia son países con niveles de impuestos similares y ya viene ocurriendo que los empresarios vayan pensando en una mudanza, pero no es nada sencillo. Por la Ley de Solidaridad se hicieron cambios impositivos, antes se tomaba el domicilio y ahora es la residencia, lo que implica pasar más 180 días fuera de la Argentina”, destacó el especialista en impuestos Ezequiel Passarelli.
“La AFIP puede determinar dónde está lo que se conoce como el ‘centro vital de intereses’. Si cambiaste de residencia, te fuiste a Uruguay, pasás más de 180 días en el exterior pero tenés tu empresa en Argentina, tu familia está, tus chicos van al colegio acá, son indicios de que en realidad vivís en el país y la AFIP considera que estás tratando de evadir impuestos y pueden iniciar una demanda”, advirtió.
Los beneficios para los empresarios
“Argentina aplica el criterio de residencia y cuando la persona humana es residente fiscal, grava las rentas de fuente argentina y de fuente extranjera. A esto se lo denomina renta mundial. En Uruguay cuando la persona humana, que allá se denomina persona física, es residente se aplica el criterio de gravar las rentas de fuente uruguaya y solamente extiende ese criterio para gravar los rendimientos de valores mobiliarios, por ejemplo, dividendos de acciones o intereses por la colocación de un capital en el exterior. No grava el alquiler de un inmueble situado en el exterior, el resultado de la venta de acciones o títulos públicos del exterior”, detalló el consultor Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios.
Pero además, según remarcó el especialista, cuando un no residente pasa a serlo en Uruguay, puede ejercer la opción para que no se lo considere legalmente por unos cinco años para las rentas mencionadas. Es decir, no pagará impuestos en Uruguay por rentas de valores mobiliarios en el exterior.
“Justamente lo que busca Uruguay es que se instalen empresarios que tienen inversiones en el exterior y entonces se los promociona, no gravándole las rentas de esos valores durante un periodo importante. Si, por ejemplo, no tienen rentas de fuente uruguaya y viven solo de inversiones de colocaciones de capital en el exterior, no pagan impuesto uruguayo por esas rentas”, agregó.
Según Domínguez, una flexibilización puede ser atractiva para empresarios del sector de exportaciones de servicios. “En la Argentina, los exportadores de servicios deben liquidar las divisas al tipo de cambio oficial y cuando quieren recomprar dólares, si es que tienen un excedente, tienen el límite de USD 200 más el impuesto PAIS o tienen que comprar dólar MEP a $75, perdiendo el diferencial cambiario. Al instalarse en Uruguay, no necesitan liquidar los dólares por sus exportaciones, les queda el remanente en esa moneda y luego pueden distribuir dividendos, por ejemplo”, señaló.
Con todo, para este tipo de empresas, no alcanza solamente con tener un domicilio en Uruguay, sin empleados, realmente implica instalarse allá. Uruguay, además, ya tiene una ley de promoción de la industria del software y es probable que se creen nuevos beneficios para tratar de atraer a más empresas.
Un sistema más simple
El sistema impositivo que se aplica en Uruguay es muy simple en comparación con el de la Argentina. “El impuesto a la renta sólo alcanza a aquellas obtenidas dentro del territorio uruguayo. Pero, además, por la estructura del país no existe la acumulación de impuestos provinciales y municipales que tenemos en la Argentina con un estado elefantiásico e impagable”, advirtió Iván Sasosvky, titular del estudio Sasovsky & Asociados.
Desde el punto de vista del IVA, de acuerdo con el especialista, no hay grandes diferencias. “Asimismo no poseen impuesto a los débitos y créditos bancarios, ni retenciones ni percepciones por cada operación realizada. Tampoco tienen desdoblamientos cambiario ni impuesto PAIS y hay libre circulación de mercaderías y capitales”, enumeró.
Los economistas consideran que los anuncios que comenzó a hacer el futuro Gobierno uruguayo podrían servir como una suerte de freno a futuros incrementos impositivos en la Argentina. “En un momento en el que el gobierno argentino está aumentando la presión tributaria a nivel local para los sectores con mayores ingresos, los anuncios de Uruguay empiezan a marcar los límites a ese incremento”, aseguró el economista Gabriel Caamaño, de EcoLedesma.
Además, auguran que motiva un traslado de empresas locales que hoy están en el límite entre los dos países. “Puede ser que se vendan empresas argentinas que están en zonas francas y se muden allá en forma total. Ya pasó en 2013 y 2014. En el sector de servicios la mudanza es más fácil, porque hoy están facturando un 30% menos acá y allá además no tienen retenciones. Ya pasa con Chile, donde hay empresas que deberían estar en la Argentina”, señaló Gabriel Zelpo, de la consultora Seido.
FUENTE: Infobae